Fue en 1552 cuando Ginez Vázquez de
Mercado por órdenes del gobierno de Nueva Galicia (Jalisco) salió con
una expedición de por lo menos cien españoles, en busca de un cerro de
plata que prometía ser la mina más rica de toda Nueva España, no
pasaron muchos días y a finales de ese mismo año, cuando Vázquez arribo
al Valle del Guadiana y pudo contemplar el cerro, sufrieron una gran
decepción pues este no era más que una montaña de Fierro. Según
cuenta la historia, ese mismo día emprendieron el regreso a Guadalajara,
con tan mala suerte que en su camino en una ciénega por el rumbo de
Sombrerete una noche los atacaron los Indígenas, dando muerte a dos
españoles y gravemente hiriendo al Capitán Vázquez de Mercado, heridas
que le causaron la muerte unos cuantos meses después de tal infortunio.
En 1563
se funda la ciudad de Durango por el Capitán Francisco de Ibarra y “El
Cerro” sin pena ni gloria queda sin aprovechar hasta 1828, casi
trescientos años después de que el país se independiza y se deja de
traer fierro de España, mismo que se usaba como lastre en los navíos que
llegaban de Europa para cargar oro y regresarse al viejo continente con
su valiosa carga.
Aun
cuando este primer intento de explotación rústica establecido en los
márgenes del río Tunal, durante el Gobierno de Santiago de Baca Ortiz
no prospera, poco después se restablece el mismo por el Señor Bras de
Fer y se inicia a sacar algo de producción. En 1847 la adquiere Don Juan
Nepomuceno Flores y logra mejorar la Ferrería, misma que continua
operando por algunos años. Después son varias las fundiciones que se
establecen al pie del yacimiento con la llegada del ferrocarril a
Durango en 1893 y hasta la Revolución en 1910 cuando por razones obvias
se suspende toda actividad industrial.
No sería
otra vez si no hasta 1920 cuando con la compra por parte de Don Adolfo
Prieto de todo el “ Cerro” , se inician nuevamente los trabajos
administrados por Fundidora Monterrey S.A., que a pesar de algunos roces
con la población de la ciudad como los Movimientos Estudiantiles a
mitad de los sesentas, se trabaja mas o menos en calma y progreso
hasta 1986 cuando cierra la siderúrgica en Monterrey y nuevamente
suspenden labores por falta de mercado para el metal. Finalmente se
reinicia el aprovechamiento del mineral por enésima vez en 1994 cuando
nuevamente es comprada la propiedad por el Grupo Acerero del Norte (GAN)
rehabilitando la planta concentradora y otras instalaciones como una
beneficiadora que logra ahora si que beneficiar un 50% por tonelada para
producir un concentrado con un 66% de fierro puro. Se producen en
promedio unas 1,800 toneladas diariamente generando unos 390 empleos
directos y 200 indirectos. La profesionabilidad, capacitación y
eficiencia de su personal y sistemas ha logrado la certificación
ISO-9000 y como resultado de una auditoría ambiental y el cumplimiento
al programa establecido recibió el certificado de “Empresa Limpia”
otorgado por PROFEPA.
El Cerro
de Mercado ha estado lleno de misterios y leyendas desde su
descubrimiento, entre las más conocidas tenemos la del “Toro Dorado”
que una vez allá por los setentas amenazó con salir, algunos periódicos
dieron hora y fecha del suceso, (nos quedamos esperando) y otra que se
le atribuye al explorador que por cierto nunca vino a Durango el célebre
Barón Alexander Von Humbolt quien en algún momento de aburrimiento o
lucidez dijo que el “Cerro” era un gigantesco meteorito de fierro, pero
claro que no es cierto.
Por el
lado más científico coinciden varios estudiosos en que el “Cerro” es un
afloramiento de magma compuesto por enormes cuerpos de óxidos de fierro
magnético pero como todo tiene dos lados, otros investigadores, le dan
un origen hidrotermal, una controversia que hasta la fecha siguen
ganando algo de terreno los del magma, pero sin definir.
De lo
que si estamos seguros es que los depósitos forman parte de la llamada
Caldera de Chupaderos y ya sea de uno u otro origen esto sucedió hace
muchos millones de años y en tantito para el caso lo mismo da.
Físicamente
el “Cerro” tiene forma triangular de aproximadamente 2 kilómetros de
largo, unos 150 mts. de altura, estando en su punto mas alto, a
1,950 metros sobre el nivel del mar, donde instalan el ya tradicional
se puede decir, arbolote de Navidad cada año.
Es
famoso por los cristales de Apatito llamados “Berilos” que se encuentra
nada más aquí por lo que son importantes para los coleccionistas de
minerales y piezas grandes de Martita, además lo más interesante y
promisorio es que cuenta con unas reservas mas o menos probadas de más
de 12 millones de toneladas, y puede mejorar, o sea tenemos “Cerro”
para rato aun cuando los camioncitos “Yucles” pueden con 85 toneladas de
material mismo que es cargado de tres cucharasos de más de 20 ton. cada
uno, por otra súper máquina. Aquí cabe recordar que las góndolas
tradicionales de antaño, nada más podían con una tonelada de carga
misma que era empujada por un solo minero.
En lo sentimental que vamos a decir, el “Cerro” definitivamente es uno de los íconos más antiguos de la ciudad como lo comprueban las letras de canciones y corridos viejos y nuevos que cantan propios y extraños.
No pudimos encontrar la letra del Corrido al Cerro de Mercado si es que lo hay , pero es bien conocido que en el corrido de Durango una de las estrofas canta:
En lo sentimental que vamos a decir, el “Cerro” definitivamente es uno de los íconos más antiguos de la ciudad como lo comprueban las letras de canciones y corridos viejos y nuevos que cantan propios y extraños.
No pudimos encontrar la letra del Corrido al Cerro de Mercado si es que lo hay , pero es bien conocido que en el corrido de Durango una de las estrofas canta:
“Tú parque Guadiana tiene mil recuerdos, recuerdos queridos que conservaré,
Colonia Vizcaya y Cerro de Mercado,
solo estando muerto los olvidaré”,
ésta invariablemente toca todas las cuerdas del corazón que lleva adentro cada durangueño.
Colonia Vizcaya y Cerro de Mercado,
solo estando muerto los olvidaré”,
ésta invariablemente toca todas las cuerdas del corazón que lleva adentro cada durangueño.
También
en el nuevo mundo de la música duranguense tan popular tanto en Chicago
como aquí en Durango mismo, están las canciones del grupo Montez de
Durango con Camino a Tepehuanes donde inicia la misma con esto:
“Voy camino a Tepehuanes,
voy saliendo de Durango,
ay mi Cerro de Mercado,
que lejos te vas quedando,
ya pasamos por Morcillo,
en la presa voy volteando”.
voy saliendo de Durango,
ay mi Cerro de Mercado,
que lejos te vas quedando,
ya pasamos por Morcillo,
en la presa voy volteando”.
Y en otro a la Colonia Hidalgo dice así:
Su feria es hermosa, su parque Guadiana,
Cerro de Mercado, cuando te veré.
Su feria es hermosa, su parque Guadiana,
Cerro de Mercado, cuando te veré.
No cabe
duda que el Cerro de Mercado ocupa uno de los principales sitios de la
memoria de todos los durangueños y estamos seguros que la Cruz de fierro
que domina la ciudad y Valle del Guadiana lo seguirá haciendo por
muchos años más.
Agradecemos las atenciones del Ing. Cosme Tapia e Ing. Luis Manuel Lara para la realización de este artículo.
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