Herrera Caldera sigue siendo el
mandamás del PRI y lo es a través de su criatura el exdiputado Arturo
Kampfner Díaz, el vrdadero presidente del CDE, ya que la pobre Anabel se
la pasa comiendo y pintándose la uñas en su solitaria oficina.
Prueba de lo anterior, es la pasada reunión que sostuvo el aún
consentido de Jorge, Esteban Villegas, quien con la ayuda de Kampfner
convocó a una buena cantidad de expresidentes municipales. Aunque la
mayoría de ellos está más chamuscado de
un carbón y juntos alcanzan como 3 cadenas perpetuas, no hay duda que el
cantante-político sigue teniendo todo el respaldo de Jorgito Herrera,
quien a pesar de las desgracias que lo ha hecho pasar su consentido, le
sigue teniendo un amor ciego e incondicional.
Ese mismo día el detestado Villegas se reunió también con delegados del
PRI en la casa que Valentín Aragón se construyó con el dinero del
activismo político. ¿Quién le ayudó a Esteban a convocar a los
delegados? Acertó usted, el glotón Arturo Kampfner.
Si los priistas tuvieran un poquito de dignidad, por menos que esto ya hubieran pedido la renuncia de Kampfner, Anabel y compañía, por estar ayudando a quien tiene al PRI en la peor crisis de su historia y que claramente busca ser senador de la República. Pero lo más grave es que Herrera Caldera siga metiendo sus manos sucias en un partido al que nunca ha pertenecido.
Pero para la fortuna de Jorge, los priistas son una bola de agachones sin dignidad, capaces de dar hasta las nalgas por una chambita de dosmil pesos a la quincena, por eso nunca pero nunca habrá una rebelión en el PRI...
Si los priistas tuvieran un poquito de dignidad, por menos que esto ya hubieran pedido la renuncia de Kampfner, Anabel y compañía, por estar ayudando a quien tiene al PRI en la peor crisis de su historia y que claramente busca ser senador de la República. Pero lo más grave es que Herrera Caldera siga metiendo sus manos sucias en un partido al que nunca ha pertenecido.
Pero para la fortuna de Jorge, los priistas son una bola de agachones sin dignidad, capaces de dar hasta las nalgas por una chambita de dosmil pesos a la quincena, por eso nunca pero nunca habrá una rebelión en el PRI...
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