1. La herida generada por Jorge Herrera Caldera no ha sanado y tardará años en que la UJED recupere su prestigio.
2. Apolonio Betancourt Ruiz en su momento, en su carácter de Presidente del Poder Judicial, avaló públicamente tan ruin acto.
3. Para que la UJED pueda recuperarse deben darse dos procesos, uno de reconciliación, otro de depuración.
4. Los actores que, desde dentro, pusieron en riesgo la propia existencia de la UJED, deben ser expulsados de ella, como debe limpiarse la pus y la podredumbre de la herida antes de cerrarse. A mi juicio, algunos de ellos son los siguientes:
a. Hugo Rosales Badillo.
B. Luis Enrique Benitez Ojeda
c. Luis Tomás Castro Hidalgo.
D. Ramón Gil Carreon.
E. Raúl Montoya Zamora
F. Patricia Herrera.
G. Apolonio Betancourt Ruiz
5. Para ello debe atenderse una interpretación teleológica de la Ley Orgánica y el Reglamento de Personal Académico.
6. Lo anterior, aunque pueda parecer una opinión llena de venganza, no es así. Es la más elemental lógica política.
7. Sólo así podrá iniciarse la etapa de reestructuración de la vida universitaria.
Lo que pasó en la UJED no puede volver a repetirse jamás.
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